Más de 2.500 personas se han sumado este domingo a la XIII Carrera Popular y Marcha Solidaria Caja Rural contra el cáncer. Un evento que aúna deporte y solidaridad con el objetivo de recaudar fondos para la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Segovia.
Esta edición, según explicaron desde la Fundación Caja Rural y publica Ical, estuvo especialmente dedicada a la lucha contra el cáncer de mama, "una causa que afecta a miles de personas cada año y para la que es fundamental seguir impulsando la investigación y el apoyo a las afectadas".
A parte de destinar el 100% de la recaudación de las inscripciones a la AECC, la Fundación Caja Rural donará dos euros adicionales al Banco de Alimentos de Segovia por cada participante inscrito. Este gesto solidario "reafirma la colaboración de 13 años con esta entidad", subrayaron desde la Fundación.
Como novedad en esta edición, la carrera de 17 kilómetros que tradicionalmente unía el Real Sitio de San Ildefonso y la capital segoviana, este año dio un giro y se celebró únicamente en la ciudad de Segovia, sobre un trazado circular de diez kilómetros, con salida y meta en la Avenida del Acueducto.
Así, el recorrido se sucedió por diversas calles y avenidas de la capital como Ezequiel González, José Zorrilla, calle San Francisco, calle Cronista Lecea, calle Real, Puente San Lorenzo y plaza Oriental, entre otras. También hubo opción 'corta' de 4,2 kilómetros, con el fin de favorecer la máxima participación.
La prueba competitiva comenzó a las 10.40 horas, justo después de la salida de la marcha (a las 10.30 horas), a la altura de la Iglesia de San Millán y recorrió diversos puntos emblemáticos de Segovia. Por su parte, al finalizar ambas pruebas se celebraron las carreras de categorías inferiores en la Avenida del Acueducto.
Los participantes de las diferentes modalidades de participación recibieron una camiseta diseñada por la pintora Raquel Bartolomé, cuyo trabajo "refleja el espíritu de lucha y esperanza en la batalla contra el cáncer de mama". Su obra, según detallaron desde la Fundación, se convierte en un símbolo de esta causa, "inspirando a todos los participantes a unirse en esta jornada solidaria".
Además, pudieron disfrutar de avituallamiento y del tradicional almuerzo solidario, que incluyó huevos fritos con chorizo al vino y pan, elaborados por la Asociación de Cocineros de Segovia y voluntarios del Banco de Alimentos de Segovia.
