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El Girona sufrió este martes una contundente y dolorosa goleada en Eindhoven ante el PSV neerlandés (4-0), con tantos de Ryan Flamingo, Malik Tillman, Johan Bakayoko y Ladislav Krejci en propia meta, en un duelo que expuso la fragilidad defensiva del equipo de Míchel Sánchez.
El PSV, líder de la Eredivisie e invicto en el Philips Stadion desde noviembre de 2022, celebró su primera victoria en esta nueva Champions e hizo caer de las posiciones que dan acceso a las eliminatorias al Girona, ineficaz en las áreas y mermado por las lesiones. El conjunto catalán jugó el partido de Eindhoven, el sexto de siete en 22 días, con solo 14 futbolistas del primer equipo.
Lastrado por la expulsión de Arnau Martínez en el minuto 55, el cuadro de Míchel no pudo enlazar tres triunfos por primera vez en lo que va de curso y se complicó su pase a las eliminatorias porque queda con tres puntos de doce y le aguardan el Liverpool, el Milan y el Arsenal.
El Girona pudo adelantarse en el marcador, pero le faltó la eficacia que tuvo el PSV. Antes de los diez minutos Bojan Miovski tuvo una ocasión muy clara, un gol cantado, pero su disparo se estrelló en un hombro de Walter Benítez. Antes el meta ya había detenido un cabezazo de Yangel Herrera y un potente chut desde muy lejos de Ladislav Krejci, la única novedad en el once del Girona.
El PSV respondió con disparos desde la frontal de Tillman y Luuk de Jong tras sendos rechaces de la defensa que se toparon con Paulo Gazzaniga y finalmente encontró el gol al cuarto de hora. Tillman puso el balón al corazón del área en un saque de banda y Flamingo dejó atrás al canterano Selvi Clua, debutante en Europa. Su remate, demasiado fácil, rebotó en David López y fue el 1-0.
El gol supuso un revés para un Girona que había comenzado bien y que hacía daño gracias a la inteligencia de Miguel Gutiérrez, de nuevo extremo ante la plaga de bajas, pero no concretaba.
Gazzaniga desvió a córner un chut con rosca de Johan Bakayoko y en el minuto 33 cayó el 2-0, para evidenciar por enésima vez la debilidad defensiva del equipo de Míchel. Tillman recibió el balón en tres cuartos de campo y corrió sin oposición por la izquierda hasta llegar al vértice del área. Vio mucho espacio entre Gazzaniga y su palo derecho y ajustó su disparo para encarrilar el partido.
La falta de contundencia en las áreas del Girona, demasiado frágil, marcó un primer acto que se cerró con una acción en la que los visitantes reclamaron penalti por un contacto sobre Miovski.
Nada más empezar la segunda mitad Tillman, tan omnipresente e indetectable para la defensa del cuadro catalán, recogió un balón a la espalda de la defensa y le dejó el gol en bandeja a De Jong, pero el exdelantero del Sevilla y el Barcelona, solo ante Gazzaniga en el punto de penalti, chutó al palo cuando el 3-0 parecía inevitable.
El Girona, sin fluidez en el juego asociativo y sin profundidad, no sabía cómo generar peligro. La situación incluso empeoró para el equipo español a los 55 minutos, porque Arnau se fue a los vestuarios tras ver la segunda amarilla por una falta sobre Noa Lang. La primera había sido por protestar, al final del primer tiempo.
De nuevo De Jong y Olivier Boscagli perdonaron la sentencia y el colegiado invalidó un gol de Ismael Saibari por un claro pisotón sobre Krejci antes de disparar, pero el 3-0 cayó igualmente.
Lo anotó Bakayoko en el minuto 83, a la salida de un saque de esquina. Se deshizo de los canteranos Jastin García y Minsu Kim, debutantes en la Liga de Campeones, con un chut ajustado al segundo palo desde la frontal. No fue el último gol, para frustración de un Girona superado.
En el minuto 88, Gazzaniga rechazó un chut de Saibari tras adentrarse en el área a placer, pero Krejci se introdujo la pelota en su propia portería al intentar desviarla y lamentó su segundo autogol en cuatro jornadas de la Liga de Campeones, un sueño para el Girona que en Eindhoven adquirió tintes de pesadilla. Buscará la primera victoria europea de su historia a domicilio dentro de tres semanas ante el Sturm Graz.